Los Villanos de Tahuamanu son una organización criminal que está integrada por un ex fiscal de la región de Madre de Dios y funcionarios del gobierno regional junto a una red muy amplia de personas que realizan las tareas de recogida, transporte y comercialización desde Bolivia a Perú, de la madera ilegal.
Al otro lado de la frontera con Perú, en los bosques de Bolivia, una red criminal dedicada al tráfico de madera, encontró cómo abastecerse de este producto para trasladarlo por gran parte de Perú e incluso enviarlo a otros países. La madera ingresaba a Perú por la carretera Interoceánica para ser acopiada en la región de Madre de Dios y continuar su camino: en algunos casos a Cusco y Arequipa y en otros a Lima, para luego ser enviada al exterior.
La investigación de esta red criminal denominada Los Villanos de Tahuamanu se inició hace más de dos años, luego de que se desarticulara a Los hostiles de la Amazonía, otra organización criminal dedicada a la misma actividad ilícita, descubierta en septiembre de 2020 y que tenía entre sus miembros al entonces gobernador regional Luis Hidalgo.
Fue durante esa investigación que uno de los implicados entregó información sobre esta agrupación que se encargaba de la “tala, almacenamiento, custodia, transporte y comercialización de la madera”, como indica la carpeta fiscal a la que tuvo acceso Mongabay Latam. De acuerdo con las declaraciones del colaborador, esta red criminal operaba desde 2019. Aunque se desconocen los volúmenes de madera que se han movilizado de forma ilegal y la cantidad de dinero que ello significa, lo que queda claro es que esta red criminal ha operado con la complicidad de funcionarios del Estado.
En el operativo denominado Reforestación 2024, realizado el pasado domingo 27 de octubre, fueron detenidos 15 de los 22 integrantes de la organización criminal y se allanaron 19 inmuebles en una acción conjunta entre la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios (Fecof) de Madre de Dios y la División de Investigación de Alta Complejidad (Diviac) de la Policía Nacional del Perú (PNP), con el apoyo de un equipo de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol). La Fiscalía solicitó prisión preventiva para los 15 detenidos, sin embargo, el Poder Judicial ordenó la liberación de todos ellos luego de que presentaran una acción de amparo.
Bolivia, país de salida de la madera
Los Villanos de Tahuamanu extraían madera de diversos lugares no autorizados de Perú, incluidas algunas zonas en Bolivia. Según la carpeta fiscal, la madera proveniente de ese país ingresaba al Perú por la carretera Interoceánica y era acopiada en lugares denominados ‘botaderos’, ubicados a la altura del kilómetro 540 de esta vía, en la ruta a Inambari.
En esta zona de frontera entre Brasil y Perú —se indica en el documento fiscal— existen dos rutas que unen ambos países y es por esta zona por donde se desplazan los vehículos conocidos como ‘triples’, que trasladaban la madera desde los aserraderos hasta los ‘botaderos’, lugar en el que se esperaban las guías de transporte forestal para así legalizar la madera de origen ilegal y trasladarla en trailers hacia otras ciudades del Perú.
En esta ruta existe una planta de transformación de madera en la localidad de San Lorenzo, indica el documento de la Fiscalía. Por ahí ingresa la madera. Martín Arana, especialista en Gestión Territorial Amazónica de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS) en Perú, explica cómo es la geografía de la zona por donde ingresa la madera de origen ilegal de Bolivia.
“Yo hice ese recorrido hace unos años, era una trocha bastante ancha y se notaba que había el paso de camiones. Desde San Lorenzo [Perú] son menos de diez minutos y ya estás en el punto de frontera [con Bolivia]. Y al otro lado, en tierras bolivianas, recuerdo que desde hace varios años se mencionaba que había una feria algunos días a la semana donde llegaba de todo y, por supuesto, todo eso pasaba de contrabando al lado peruano.
Desde San Lorenzo es el paso más cercano. Igual sucede en el caso de Mavila. Son trochas de acceso que originalmente eran para ingresar a las concesiones castañeras”, señala Arana y añade que desde hace varios años por esa zona se sabía que había tránsito de castañas. “Se hablaba de castañas que entraban de Bolivia por esa zona, había tráfico que entraba al mercado de Madre Dios”.
Un informe de Insight Crime y el Instituto Igarapé, publicado en mayo de 2024, da cuenta del tráfico de madera de mara que sale de las áreas naturales de Bolivia. Según este informe, la madera sale de áreas protegidas y, luego de un largo camino para su traslado, cruza la frontera hacia Perú y Brasil.
“Además del tráfico evidente, los traficantes de madera insertan madera ilegal en la cadena de suministro legal a través de Certificados de Origen Forestal (CFO) adulterados (…) Los planes de desmonte, denominados PDM-20 y que autorizan la tala de hasta 20 hectáreas de bosque, han sido utilizados para encubrir la tala ilegal de árboles en tierras protegidas o administradas por el Estado boliviano. La falta de eficacia y la evidente corrupción en la Agencia Boliviana de Bosques (ABT) facilitan este proceso”, señala el informe.
La Fiscalía peruana señala que en esa zona de frontera, hacia el lado boliviano, aún existen bastantes recursos forestales, mientras que en el lado peruano, en la zona de frontera de Tahuamanu, en Madre de Dios, la zona está más afectada por la deforestación.
Si se revisan las imágenes satelitales de la zona de frontera de San Lorenzo, entre Perú y Bolivia, se pueden observar claramente los grandes parches de bosque deforestado en el lado peruano, mientras que del otro lado de la frontera existe un bosque más tupido. Es por ello que los traficantes buscan extraer la madera de los bosques que aún mantienen especies muy apreciadas en el mercado nacional e internacional como el shihuahuaco, que según la investigación fiscal es la especie de mayor demanda.
La forma de operar
En el expediente fiscal se especifica que la madera que proviene de Bolivia es ‘blanqueada’ a través de guías de transporte forestal (GTF) que se compran a los titulares de las concesiones en Perú que cuentan con volúmenes, es decir, que tienen permiso de extracción de cierta cantidad de madera en el territorio de su concesión. Esta madera tiene como destino Cusco y Arequipa, se especifica en el documento.
La red de los Villanos de Tahuamanu ha sido dividida en seis grupos para la investigación. Está el grupo central, los facilitadores, los intermediarios, los destinatarios, los funcionarios públicos y un último grupo cuyo líder es José Guillermo Araujo Quiña, un ex fiscal destituido por liberar a dos implicados en tráfico de oro.
Araujo Quiña fue fiscal Provincial Provisional de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de la provincia de Tambopata hasta el año 2017, cuando fue destituido por archivar una investigación en contra de dos personas involucradas en el delito de lavado de activos vinculados a la minería ilegal, además de disponer la devolución de tres barras de oro de 7510.3 kilos de peso total, así como la suma de un millón de soles (266 568 dólares) que habían sido incautados a los procesados que dejó en libertad.
Araujo Quiña ha sido también asesor del ex congresista del Fujimorismo Modesto Figueroa, parlamentario del periodo 2016-2019. En la red criminal de Tahuamanu, el ex fiscal era el dueño de un aserradero por donde pasaba la madera ilegal.
Para Luisa Ríos, coordinadora regional de Madre de Dios de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, es muy preocupante que las acciones de hace cuatro años para desbaratar la red criminal conocida como Los Hostiles de la Amazonía —también dedicada al tráfico de madera— no hayan creado un precedente que desmotive este tipo de delitos. “El esquema es bastante similar al de los hostiles, un modelo en el que presuntamente participan funcionarios del gobierno regional, que además estarían en puestos clave como el área de control de volúmenes, de manera que lo que se extrae se puede movilizar. También hay funcionarios que se encargan de la entrega de permisos”.
En efecto, como indica Ríos, una parte importante de esta red criminal está conformada por funcionarios públicos que se encargan de aprobar los permisos forestales y supervisar el traslado de madera. Según la investigación fiscal, en este esquema está involucrado el jefe o encargado del Puesto de Control El Triunfo, quien está a cargo de supervisar las GTF, es decir, el documento que respalda la procedencia y el traslado de la madera.
En un acta del año 2023 del Acuerdo de Consejo Regional del gobierno regional de Madre de Dios ya se alertaba sobre los riesgos de este puesto de control. Según el documento, se menciona que el Órgano de Control Institucional del Gobierno Regional de Madre de Dios había advertido sobre la situación adversa del personal del puesto de control forestal y de fauna silvestre El Triunfo que se encontraba sin contrato laboral, “generando el riesgo que no se garantice el adecuado control de los productos forestales maderables”.
Además de la participación de los funcionarios del gobierno regional, la red criminal opera bajo un esquema muy bien organizado liderado por tres personas que conforman el denominado grupo central. Este equipo se encarga de financiar y seguir el rastro de todo el proceso, desde pagar a los taladores hasta obtener las guías de transporte y comercializar la madera.
En esta cadena del tráfico de madera ingresa un nuevo eslabón que suma el delito de evasión tributaria. Se trata de personas de bajos recursos a quienes los traficantes entregan una determinada suma de dinero para que obtengan su RUC, de tal forma que la red criminal puede acceder al beneficio del pago de detracciones, es decir, solo pagan el 4 % de los impuestos por cada transacción y no el 18 % que se debe pagar por la venta de cualquier producto en el Perú.
La madera no solo se destina para el mercado interno peruano, sino que también se envía al exterior, a países europeos y a Estados Unidos, y para eso se utilizan empresas exportadoras registradas en la capital de Perú. “Estamos hablando de un tráfico transnacional, porque el acto ilegal está ocurriendo en el lado boliviano, pero, al parecer, resultaría más fácil ‘blanquear’ la madera en Perú, donde ya existe toda la capacidad instalada no sólo para la extracción, sino para el aparato logístico administrativo de la cadena de corrupción”, agrega Martín Arana de FCDS.
Con apoyo de la Interpol, la División de Investigación de Alta Complejidad de la Policía Nacional del Perú junto con la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Madre de Dios investigan desde hace dos años a esta red criminal dedicada al tráfico de madera.
Yvette Sierra Praeli – Mongabay
Author :
Publish date : 2024-12-09 19:26:00
Copyright for syndicated content belongs to the linked Source.
—-
Author : theamericannews
Publish date : 2024-12-10 09:10:27
Copyright for syndicated content belongs to the linked Source.